Juego transversal: los vampiros

Un juego transversal o de campamento es aquel que se da durante un tiempo más largo del habitual para actividades de este tipo, por ejemplo: durante toda una jornada, durante varios días o durante todo un campamento.

Es importante recordar que la dinámica del juego debe adaptarse a este hecho temporal y, por ejemplo: no estará permitido jugar durante otras actividades, de manera que se interrumpan su normal funcionamiento, o durante los momentos de vida de campamento (sueños, aseo, comidas). El juego se limitará en principio a los tiempos libres, aunque puede haber excepciones como una caminata, determinadas actividades, en la merienda,….

Juego transversal: Los vampiros

SITUACIÓN

Todos somos aldeanos de una villa asolada por la amenaza de Brácula, el primero entre los vampiros. De entre los aldeanos hay uno excepcional, llamado Banhel-Sín. La lucha entre aldeanos y vampiros está servida.

OBJETIVOS

Ganan los vampiros cuando todos acaban convertidos en vampiros. Ganan los aldeanos si logran eliminar a todos los vampiros. Es decir, todos son ganadores. Ciertamente el juego fomenta cambios de afiliaciones, mientras que aquellos que resisten en un equipo durante más tiempo que los demás, toman dicho equipo como suyo y tratan de resistir y salvarse entre ellos.

DESARROLLO

Como preparación, escribiremos papelitos que doblaremos y echaremos en una bolsa opaca de la que posteriormente cogerá cada jugador un papelito al azar. En uno de los papeles escribiremos «Brácula», en otro «Banhel-Sín», y en todos los demás, «aldeano».

A partir de aquí cada rol tendrá una forma de hacer presa, es decir, de hacer cambiar a otro jugador de equipo:

Los vampiros: El único al inicio es aquel a quien le tocó el papelito en el que ponía «Brácula». Por ello debe convertir en vampiro a aldeanos rápidamente. Para convertir a un aldeano debe darle un beso en la cabeza (cabeza, cuello, cara). Solo será efectivo el cambio de rol si el aldeano lleva en ese momento algo rojo encima, en ropa, pulsera, gorra,…. Lo rojo se lo puede poner encima el mismo vampiro justo antes del beso. No será efectivo el cambio de rol si hay un aldeano viendo el beso: solo puede haber presente vampiros. Puede ser que haya un aldeano presente pero no se de cuenta, en tal caso sería válido, pero no si este ve el momento del beso.

Los aldeanos: Para evitar ser convertidos, evitarán ir de rojo, aunque un vampiro les puede poner algo encima. No obstante también los aldeanos pueden hacer cambiar de rol a los vampiros. Para ello, el aldeano no puede llevar nada rojo encima (es algo que debe advertir el vampiro para defenderse). Deberá coger algo que sea comestible (trozo de pan, caramelo,….) y acercárselo a la cara al vampiro. Si logra eso, el vampiro pasará a ser aldeano (aunque sea Brácula). Además, el vampiro debe antes de la conversión comerse lo que le acaba de ofrecer el aldeano. Igual que en la anterior conversión pero justo al contrario: esta será fallida si la presencia un vampiro. Puede estar presente, pero no ver el momento de acercar comida a la cara, o no será válida. Sin embargo, sí podrán verla otros ciudadanos.

Banhel-Sín: Este personaje es un aldeano más. Su única virtud será la de tener dos vidas en lugar de una (aplicable solo una vez). Esto quiere decir que solo una vez en todo el juego, si un vampiro le da un beso para convertirle en vampiro, él puede seguirle la corriente y decirle que sí, que ya es un vampiro como él. Pero puesto que tiene una segunda vida, sigue siendo aldeano. Podrá desvelar esta realidad, y su personaje, cuando lo vea oportuno. Si le convierten nuevamente, entonces sí será convertido en vampiro.

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